Desde la mas remota antigüedad,nuestros antepasados celebraban la llegada del verano como triunfo de la luz frente a la oscuridad.
En el solsticio de verano, en la noche mas corta del año, encendían hogueras que iluminaban cumbres y praderas a lo largo y ancho de esa basta europa, para ayudar al astro rey,al ígneo sol, a vencer sobre las tinieblas.Cuando el cristianismo arraigó en EUROPA, continuó celebrando esa hermosa tradición encomendandosela a SAN JUAN y así es como ha llegado a nuestros dias.

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